Hay momentos en la vida en los que necesitas meterte un juego entre pecho y espalda, el que sea. Esto mismo me pasó hace una semana tras los exámenes: cogí la Vita y me tiré al sofá a lo que fuese. Justamente los juegos que estoy analizando requieren que piense, y quería de todo menos hacer un esfuerzo mental.

Entonces lo vi, esperando desde hacía meses a que lo probase. Pulsé la X sin pensarlo mucho y entré. Mamma mia.

Vine buscando cobre…

No tenía muchas expectativas previas, lo único que sabía es que era “el Origins bueno”. Es un metroidvania curioso, eso desde luego. Eres Batman, entras en una cárcel y hay unos señores malos pegándose. La historia es un churro, tanto que empieza simplemente estando de fondo y termina minando la experiencia.

Lo más destacable, donde creo que está realmente la chicha, es la cámara. Han cogido un Arkham y lo han estrujado para que quepa en un gameplay en scroll lateral 2.5D, y de primeras mola un huevo. El juego trata de tener ángulos súper chulos y parece casi una aventura gráfica o un juego de PS1. Hay que tener en cuenta que salió antes de Metroid: Samus Returns, y seguro que hay algún juego que hace lo mismo, pero para mí es el primero. Igual los Castlevania… No lo sé.

Los poderes están bien, es el armamento que ya hemos visto en la saga y combinando cosas porque no hay más botones. Puedes avanzar por las tres áreas principales un poco como quieras, así que supongo que el orden de obtención no será el mismo. Lo que sí se usa hasta la saciedad es el bicho de reventar contraseñas. Es un minijuego tontísimo al nivel de las tuberías de Bioshock y cansa lo mismo o más.

… y encontré cobre.

El resto de cosas es un poco ñe. El combate es más que anecdótico. Quiere sentirse relevante, pero adaptar el control de masas a un plano 2D le quita gran parte de la gracia. Quizá por eso te pegas tan poco. Ah, y cuando terminas con el último enemigo hace el clásico zoom y se ven las texturas pochísimas. Más que heridas, parece que se han derramado un bote de Betadine.

Por cierto, los bosses son una cosa. Hay unos picos de dificultad bastante agresivos. El jefe final se me hizo más fácil que los otros dos, que tuve que mirar una guía para vencerles y aún así eché un buen rato. Tampoco ayudan los controles, que son más contextuales de lo que deberían por intentar tener todo lo de un Arkham aquí.

El movimiento es súper tosco. Sé que estamos acostumbrados a que parezca que vamos volando, pero al cambiar el ángulo de la cámara constantemente a veces lía más de la cuenta. Para entrar en un conducto no vale con agacharte sin más: tienes que pulsar Círculo en el momento exacto. No corres mucho para ocultar tiempos de carga, y hasta cierto punto puedo entenderlo, pero entonces no me hagas ir de una punta a otra a por coleccionables y sin teletransporte.

Fua, el mapa es un cacao. Los niveles como tal están bastante chulos, pero el mapa es un horror. Como la cámara va cambiando, orientarse es una movida si quieres llegar a una habitación concreta. En 3DS igual es más agradable al tenerlo en la pantalla de abajo, pero en Vita es horrible. Además, hay una cosa que me da pena y es que tienes la vista de detective, y se carga un montón la ambientación al tener que pasar el dedo cada dos por tres en la pantalla. No tienes por qué hacerlo, pero vas a hacerlo porque “y si hay algo.”

Pues eso, el juego como tal está gracioso. Me lo he reventado en tres días porque necesitaba droguita, pero es bastante meh. Algo me dice que no es por culpa del estudio sino porque les metieron prisa, o eso o se dieron cuenta demasiado tarde de que las piezas no encajaban. De pequeño lo habría flipado, eso sí. Está curioso por el avance por los mapas y la cámara, pero por lo demás se va como vino.